martes, 17 de mayo de 2011

Educar Despacio

El movimiento ''Slow'' se traslada a la Educación y propone a padres y docentes respetar el ritmo natural de aprendizaje de los niños.
Por tanto, se han desarrollado nuevas propuestas como el ''slow parenting'', ''slow school'' o ''slow education'' las cuales, quieren trasladar a la educación la filosofía del movimiento Slow (despacio) con el objetivo de cambiar la actitud de los diversos agentes educativos para respetar los ritmos de aprendizaje de cada niño y dar mejor calidad al tiempo escolar y extraescolar de los alumnos.
En relación a esto,  El pedagogo Juan Domenech, considera la educación de hoy en día como acelerada ya que presenta programas de actividades sobrecargados y objetivos que se pretenden alcanzar antes de tiempo. 
Así, es normal que este tipo de educación afecte de forma negativa a los alumnos ya que puede ocasionarlos situaciones de estrés y pérdida de la creatividad. Además, Domenech añade que estos ritmos de aprendizaje tan intensos sólo tienen resultado con una parte de los alumnos y no como una totalidad, que es en parte lo que ha de asegurar la educación; la totalidad de resultados en un niño.
La Propuesta "SLOW", al contrario de lo que ocurre actualmente en la escuela, defiende una educación flexible, donde lo importante sea desarrollar la educación adecuadamente, asentado los conocimientos con un ritmo apropiado. Para ello, esta propuesta utiliza métodos de enseñanza más eficaces y estimuladores, que atiendan las características personales de cada alumno.
El espacio en el que se debe empezar a desarrollar este nuevo de educar despacio es en casa. Actualmente los padres organizan el tiempo de su hijo hasta el último detalle: colegio, deportes, idiomas, etc.Esto, lleva a los padres a pedir a los niños cosas antes de tiempo, que todavía no están en la edad de desarrollar.
Honoré, periodista y gran divulgador del movimiento "slow" afirma que este control y planificación del tiempo tan exagerado de los padres hace que el niño disfrute mucho menos de momentos de "libertad" para jugar, descubrir e incluso aburrirse.

De aquí la propuesta "slow parenting", que reivindica el cambio de actitud en estos padres. Algunas de las propuestas para ralentizar el ritmo  y conseguir que padres e hijos disfruten más aprendiendo son:
1. Apostar por el juego sencillo, básico y desestructurado como herramienta de aprendizaje
2. Despertar en los niños la pasión por aprender, descubrir y sentir curiosidad por las cosas.
3. Confiar en su capacidad como padres
4. Pasar más tiempo con los hijos,
5. No intentar llenar los espacios "vacíos" de los niños con actividades planificadas,
6. Respetar la infancia y no intentar que los niños se conviertan en adultos antes de tiempo.
En relación a todo este proyecto de innovación para que la educación en un niño no sea tan acelerada, el naturalismo pedagógico de Rousseau señala que desconocer las diferencias fundamentales entre adultos y niños, conlleva a que los educadores cometan errores. Y esto no es otra cosa que lo que ocurre actualmente en las escuelas, como dice este artículo. Se pide a los alumnos que den más de lo que pueden, tratándolos muchas veces como adultos. Estos errores que pueden cometer los educadores al no conocer las características personales de los alumnos son:
  • Atribuirle al niño conocimientos que no posee, lo que deriva que se razone o se discuta con él "cosas que no está capacitado para comprender e incluso con razonamientos incomprensibles para el niño" Para Rousseau el niño es aún incapaz de emplear la razón. Inducir a que el niño aprenda a partir de motivaciones que le son indiferentes o inteligibles. 
  • El proceso educativo debe de partir del entendimiento de la naturaleza del niño, del conocimiento de sus intereses y características particulares. Así debe reconocerse que el niño conoce el mundo exterior de manera natural haciendo uso de sus sentidos, consecuentemente es erróneo hacerlo conocer el mundo en esta etapa a partir de explicaciones o libros.

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